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domingo, 18 de mayo de 2014

Los Cazadores de Jedis. El secreto mejor guardado.

Durante mucho tiempo, su mera existencia, fue el secreto mejor guardado del Imperio. Cual veneno que su sola pronunciación te enferma, nadie se atrevía a hablar u opinar sobre la verdad de un grupo de Asesinos de Jedis. No solo asesinos, sino los mejores Cazadores del Universo.
Una vez que cumplieron su objetivo, el Señor del Sith les recompensó como no podía ser de otra forma, con una rápida ejecución uno a uno. No podia permitir que estos, sobrados en experiencia de aniquilar seres sensibles a la Fuerza, cayeran en la tentación de creerse lo suficientemente fuertes como para amenazar al Lord Sith. Con la aniquilación de esta unidad Caza Jedis, el paso del tiempo desenterró parte de la historia de este grupo. 
Nunca fueron una verdadera Unidad. Eran individuos autónomos que cazaban en solitario. Se sospecha que todos provenían de unidades de combates Stormtroopers. Cuando estas unidades comenzaron a nutrirse de individuos no-clonados, empezaron a aparecer soldados que eran sensibles a la Fuerza. Ese fue el origen del primer Stormtrooper traidor al Imperio. Por ello; Agentes Sith comenzaron a inspeccionar, minuciosamente, las tropas para hallar estos sujetos y guiarlos por el Lado Tenebroso.
Si bien, ninguno servia como aspirante a Aprendiz Sith -casi siempre por su demasía de edad-; eran perfectos para adiestrarse en técnicas de combate y dominio del Lado Oscuro de la Fuerza, a un nivel básico. Potenciando la facultad de rastrear y encontrar otros seres sensibles a la Fuerza. En concreto, a los Renegados Jedis. Esto, a su vez, contentó a la élite de Mando Imperial que consideraba que enviar batallones completos a la caza y captura de Jedis era un derroche de recursos.
Al ser captados en diferentes unidades de combate, cada uno tomaba -o adaptaba- complementos de aquellas unidades que mejor les servirían para llevar a cabo su misión. Ninguno portaba sables luz, posiblemente su adiestramiento militar en las armas de largo alcance pesaba más que el manejo de armas de contacto personal. Pero si usaban espadas o cuchillos de metal resistente a la hoja del sable luz, el beskar: El hierro Mandaloriano.
Muchos Jedis cayeron bajo las trampas y emboscadas de estos Cazadores. Hasta tal punto que ser sospechoso de Jedi significaba una rápida  muerte, sin posibilidad de piedad.
Este fue el primer traidor de las filas de los Stormtrooper. Y por el cual se decidió buscar entre la tropa a los Sensible a la Fuerza para llevarlos al Lado Oscuro.



Este es un documento único, pues muy rara vez, los principales cazadores se reunían salvo que fueran convocados por el Señor Sith, como en esta ocasión. 



La primera es un soldado formado en la Caballería Imperial. No hay ningún vehículo que no controle con suma maestría. Pero desde que fue reclutada, fue  la más ferviente a la causa y despiadada en la muerte.  Hábil con la espada, fue de los pocos que nunca rechazaba un buen enfrentamiento cara a cara.






El siguiente fue un oficial de alto rango cuyo valor y destreza en el combate lo distinguieron y forzaron a que los Agentes Sith volvieran sus ojos hacia él. Era sensible a la Fuerza pero eso era solo un atributo más a su experiencia militar.




Ser piloto de moto-jet en las unidades imperiales nunca colmó sus ansias de gloria como tenia previsto. Solo cuando fue reclutado y volcó su dominio de la fuerza en ser el más fatal y preciso tirador, se sintió integrado en el Imperio.




Su antiguo destino como piloto Imperial, le dejó el gusto por la armas de gran calibre y elevada potencia de fuego.




El último de este grupo es un Zabrak Dathomiriano lo que demuestra que el Imperio aceptaba en sus filas a cuantos seres quisieran unirse a su causa. Criado originalmente como un Hermano de la Noche. Fue desechado por la orden por su nula -a los ojos de sus maestros- aptitud para cumplir los preceptos de la misma. Fue sanguinario como solo podía ser un digno sucesor del Gran Darth Maul.




Una vez que el Señor Sith consideró que la amenaza Jedi fue aniquilada en su mayoría. Lo suficiente para no ser un problema. Considerando que estos cazadores nunca llegarían a ser nada en la Fuerza -o tal vez por todo lo contrario-. Inicio una segunda Orden 66, por la que todo miembro de los Ejércitos Imperiales o ser fiel al Imperio debía dar muerte a cualquier Cazador de Jedis que estuviera a su alcance, aún a riesgo de su propia vida.

Un saludo desde la Oscuridad!.